Cuestión de Sentido...

Sábado 13 de Octubre de 2012.
En el medio de una clase. Tarareando "Echoes" de Pink Floyd en mi cabeza.


"Ser o no Ser, esa es la cuestión"

(Hamlet - William Shakespeare)

Escribo un poco envenenado, tal vez porque estoy pensando en la cuestión del límite y llegar a los límites genera en mí algo que es difícil comprender. Pienso en que el límite es algo incierto y que padece de una existencia demasiado mudable, demasiado maleable. Y me pregunto al pensar en ellos ¿Cuál es el límite de la Libertad? ¿Cuál es el límite de la Vida? ¿Cuál es, sobre todo, el límite del límite? ¿Es posible tamizar las opciones de las personas? ¿Qué puede decidir el ser humano?

Estoy escuchando hablar de muerte digna, de eutanasia pasiva, eutanasia activa, aborto, comités de bioética, despenalización de la droga, manipulación genética y no puedo siquiera vislumbrar la posibilidad de juzgar nada de todo esto.¿Cómo podría juzgarlo? ¿Quién me da la autoridad para ponerme en el lugar del juez que pone en la balanza la opción de algo tan precioso, valioso y misterioso como la Vida misma y la Integridad de la Persona? ¿Quién tiene la autoridad de decidir si vivo o muero, si soy feliz o infeliz? ¿Acaso yo puedo decidir eso? ¿Alguién al menos logra divisar un mínimo porcentaje del complejo Sistema al que hace referencia el concepto de PERSONA?

Leyes, decretos, implicancias morales, casuística, disposiciones legales y demás herramientas sociales evaluan y determinan como "regular" la dignidad de la Persona. ¿Cómo sería todo esto si eso nunca se pusiera en duda? Y vuelvo a preguntarme ¿Quién puede comprender el valor de la Persona? ¿Quién es capaz de determinar si este o aquel ser es o no persona? Por favor, si alguien sabe necesito que me expliquen: ¿Quien es capaz de hablar de algo tan vasto, con verdadera comprensión? SER O NO SER, ¿Qué es lo que puedo decidir?

Me pone mal la idea de pensar que hay alguien tratando de evaluar el valor de mi existencia, si mi vida es digna o no y peor me pone el hecho de saber con seguridad que todos hablamos de lo que creemos saber y nos animamos a tomar "posturas y determinaciones".

"El infierno son los otros" dijo Sartre al escribir una de sus obras de teatro en la que la protagonista principal era la mirada del ser humano, y vuelvo a pensar: Si la mirada tiene poder para redimir y condenar ¿a dónde reside su límite?

Sensibilidades, silencios y lágrimas buscan esconderse detrás de los muros para no ser acechadas por aquellos ojos examinadores que se creen con la suficiente autoridad para juzgar y sentenciar. Quizá por todo esto es tan interesante y tenebrosa la oscuridad, pues en ella la mirada pierde batallas, en ella los límites no se hacen notar, en ella sólo aparece lo sensible al tacto superficial; pero ¿Cuál es el límite de la oscuridad?

Dejo abiertas las preguntas para poder soñar con que no todo esto no es real y seguir confiando en que mi Vida es algo más que un dato para la estadística y la probabilidad.

"Sean eternos los Laureles..."

Martes 29 de Mayo de 2012.
Escuchando repetidas veces el tema "Sometimes" de Holy Piby.


"Sometimes, sometimes
the road scares, the road scares"

(Sometimes - Holy Piby)

Así como los cuerdos menos, hoy en el colectivo logré alcanzar algo de ese silencio que necesito muchas veces de mi vida y, así pude disfrutar un rato del privilegio de la visión. Y lo que ví no fue algo que me agradara en demasía, sino que de alguna manera pudo entristecerme unos momentos. ¿Por qué? se preguntaran aquellos optimistas que van por la vida tratando de acortar los vasos para verlos siempre llenos; y la respuesta a esa pregunta quizá sea un poco triste, pues de eso se trata. Porque vi muchas caras tristes, otras que trataban de ocultar su sonrisa y otras que estaban demasiado ocupadas para acordarse de ese sencillo movimiento muscular.

También se me vino a la cabeza la frase del himno que titula este juego de palabras y que hace días me esta resonando y no me puedo sacar de encima. Quizá por el peso que tienen esas palabras, por lo importante que quiere reflejar esa preciosa metáfora, por el rotundo compromiso que implica el cantar esas palabras a viva voz.

¿Que querrá decir este otario mezclando estos dos temas? se preguntaran aquellos impacientes que compran relojes sobrealimentados para que el tiempo suceda presuroso. Quiero hacer referencia en este momento a la relación que le encuentro a la sonrisa con esos laureles de los que nos habla nuestro Himno Argentino.

El laurel, en la historia que tiene sus orígenes en la mitología griega, siempre simbolizó la victoria. Y que interesante resulta pensar esta simbología teniendo en cuenta su lento crecimiento.

Quizá ahí esta el miedo que siempre nos genera el camino, en la lentitud de los procesos y, sobre todo, en el largo tiempo que implica conseguir verdaderos triunfos, auténticas victorias. Y es aquí en donde entra en juego esto de la sonrisa, ya que considero que ella es uno de los triunfos más grandes de la persona. Por su utilidad. Por su sencillez. Por su enorme potencialidad de ser contagiada, casi como un virus. Y sin embargo muchas veces la olvidamos, la evitamos, egoístamente la economizamos. ¡COMO SI SE FUERA A GASTAR!

No digo que deberíamos vivir sonriendo, ni que no podamos estar tristes y, hasta incluso, disfrutar un poco del sufrimiento. Pero, una vez que logramos alcanzar el triunfo y sonreir... ¿No sería maravilloso pensar... "SEAN ETERNOS LOS LAURELES QUE SUPIMOS CONSEGUIR"; al menos con el objetivo de valorar aquello que tanto nos costó alcanzar?

Así también con nuestra libertad, nuestra historia, nuestra vida. Esos regalos que supimos conseguir como personas a lo largo de nuestra Historia. ¡Qué Triunfos! ¡Qué Olvidos! ¡Que desperdicio enorme sería perder esos Laureles que SUPIMOS CONSEGUIR!

OID MORTALES EL GRITO SAGRADO: LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD.

"Sólo se trata de...SER"

Viernes 13 de Abril de 2012.
Escuchando un rato a Drexler después de una semana larga.

"Cuida de mis labios, cuida de mi risa
llevame en tus brazos, llevame sin prisa
no maltrates nunca mi fragilidad
pisaré la tierra que tu pisas"

(Cuidame - Pedro Guerra/Jorge Drexler)

El ser es, la nada es, tu mirada es, esa suave brisa es, también es el dolor, también es la posibilidad de no ser. Todo es en este instante del devenir en el que estamos y en el que nos proponemos segundo a segundo seguir siendo aquello que no sabemos si podremos ser. Pero nada es imposible, dicen aquellos que se sumergen en las fuerzas del ser humano, fuerzas que a veces parece que no son; porque simplemente no se nos aparecen. Como en aquellos días en donde todo parece terminar, tan sólo porque no nos da la gana de levantar las manos para apagar el despertador y sentarnos en la cama para, al fin, arrancar.

Mas existe algo que no podemos negar, es que todo esto es. Todo esto de alguna manera nos está queriendo hacer darnos cuenta de que por más que no lo veamos, las cosas son, los momentos son, el tiempo es y yo mismo soy. Vivo. Hago o dejo pasar el tiempo, pero vivo y el tiempo pasa y las posibilidades se suceden en una interminable cadena que de a momentos nos sorprenden.

Eso que existe no sabemos bien lo que es, pero no podemos negar que existe y que somos concientes de ello. Y al ser concientes de ello quizás podamos darnos cuenta de que no es algo que exista por fuera de nosotros. Tan sólo por el hecho de que de nada depende para poder hacer su aparición en nuestra vida, en esos momentos en que no buscamos nada, en esos momentos en que nada quisiéramos ver o escuchar.

Es una fuente que no deja de hacer brotar vida, duda, desafíos. Es la pregunta constante de ¿qué andas haciendo con ese regalo que te dieron? Es la mirada piadosa que se sonríe al vernos tropezar. Es ese abrazo que sólo busca hacernos entender que lo que importa es eso que no nos pueden quitar. Es lo que moviliza el llanto y la sonrisa. Es lo que te hace saltar y querer gritar. Es lo que te deja ver que nada está bien pero algo se puede hacer.

Y no hablo de fe, ni de amor, ni de justicia, tan sólo hablo de eso por lo cual todo es. Esa fuente de la que todo brota y ante la cual ninguno de nosotros es capaz de detenerse para poder abandonarnos en la idea de que vivimos por ella. Y en ella residen todas nuestras posibilidades que nos llevan a no perder de vista que somos seres llamados a Ser. Proyecto. Vida. ¡Cuánta riqueza en tan sólo tres letras... SER!

¡Qué compromiso! Ojalá no nos perdamos en las palabras muertas, petrificadas en una pantalla o en un pedazo de papel...


"Corazón Automatizado..."

Jueves 22 de Enero de 2012.
Escuchando "Agarrate Catalina".

"Antes de ir a buscar el hacha de más filo,
la piqueta más dura, la pala más resistente,
entra en tu interior y pregunta...
Y sabrás lo esencial de todos los problemas
y se te enseñara la mejor de todas las fórmulas,
y se te dará la más sólida de todas las herramientas..."
(Dentro de tí está el secreto - Amado Nervo)


Hice todo el esfuerzo por contener la caída de una lágrima al darme cuenta de que en momentos no puedo mirar más allá de mi nube. Quizá por temor, por inseguridad, o tan sólo por el simple hecho de que no encuentro en mí esa confianza que me lleva a poder dar todo lo que tengo y, a juzgar por aquello que no hago. Instalado en la "gran máquina" de la que me hablan los temas de Pink Floyd como un engranaje más que cumple su función y no es capaz de dar más que eso, me siento cómodo y desde allí lanzo mis dardos contra todo lo que me rodea, sin darme cuenta de que formo parte de todo ello.

Así, poco a poco me sumo a la carrera cotidiana gritando "YA NO SE QUIEN SOY" y voy más que apresurado para llegar a algún lugar que ni yo sé donde queda. Pero aunque no sepa donde voy, quiero ir apresurado, nervioso y tratando de adelantar a quién se me interponga en el camino... tan sólo porque ese es el modo, esa es la manera en la que debemos actuar para sentirnos acoplados, para no sentirnos fuera de esa maquinaria que no debe dejar de marchar, de producir, de dar "GANANCIA".

Progresivamente todo se va volviendo automatizado, mecánico; voy olvidando la suave caricia del sol, la suavidad de su piel, el olor a tostada, el abrazo sincero, el "te quiero", el "te amo", el "te necesito", las burbujas hechas con alambre y detergente, las manos apretadas, el ruido a bidones en los juegos nocturnos de los campamentos, las charlas absurdas y sin sentido, las alianzas en las guerras de banderas, las miradas llorosas, los labios temblorosos de las charlas sinceras y profundas, los gritos desesperados... todo eso que hace de la existencia algo único, algo que no quiere dejar de ser vivido, algo que nos CONECTA verdaderamente y sin emoticones ni mensajes privados, sin "solicitudes" de amistad ni protocolos de comunicación entre individuos, sin necesidad de crédito ni batería.

En la gran maquinaria, mi corazón va perdiendo de a poco esa inquietud que alguna vez tuvo, esas ganas de salirse y derrochar amor a mansalva, como un niño: sin mensurarlo, sin despreciarlo, sin rechazarlo, sin sentir el riesgo de salir lastimado por dar "de más". ¿Se puede amar de más? ¿Se gasta el corazón? No lo sé. Sólo sé que dentro de esta máquina estoy muy cómodo al cumplir con mi parte del todo. Sin embargo hay algo que me molesta por dentro y me empuja esa lágrima que sigue recorriendo mi rostro, porque hay un fuego que estoy dejando apagar, hay algo en mí que no estoy aprovechando y que está haciendo que mi sonrisa se vaya apagando de a poco.

"Only love can sustain..." dice uno de esos lindos temas de la vida y quizá eso me pueda ayudar a ponerle alguna base firme a ese gesto que se va evaporando con la alta temperatura de la maquinaria que me rodea. Quizá al fin sea el amor el único capaz de sostener la sonrisa que me dará las fuerzas para poder alcanzar ese camino que perdí y que me conduce al interior, hacia MI interior.

Y en ese interior quizá se me cumpla la promesa de esos versos que leí y que me hicieron pensar en esto que hoy escribo con un poco de bronca y nostalgia. Desesperado trataré de buscar, como los cuerdos menos inspirados por las décimas musas, esas herramientas que me permitirán ser un poco más que una parte del todo. Trataré de bajar la velocidad para hablar lento y claro, para pensar de más en aquellas cosas menos, para ser ALGUIEN y no algo más que cumple su "función".


Sólo así podremos gritar a una sóla voz Marianito...
"¡¡¡LA PUTA QUE VALE LA PENA ESTAR VIVO...!!!