"Cuando estés acá..."

Si hay algo en la vida en lo que uno tendría que pensar son en esas cosas que tienen el cartel que dice: "Algo para recordar...". Esas simples cosas que se pueden conservar como una foto en blanco y negro. Ese tipo de fotos en escala de grises que me hablan de la poca importancia que tiene lo superficial, que me dan en detalles una escena a la cual le faltan los colores pero le sobran las emociones, una foto de la cual se desborda el sentimiento que se estaba viviendo, una foto que tenía la mágica misión de inmortalizar un momento a través de los tiempos y que realmente llevaba todo un trabajo tomarla. Ahora todo es tan espontáneo y pasajero... Y ese comentario no es por hablar mal del Presente, sólo es para definir un estado... una realidad que no se establece como algo univesal y estático pero que está latente y no deja de dañar.

Ese es el tipo de realidad que nos deja en algún momento un mal gusto y nos lleva a pensar que la vida es tan sólo la suma de los buenos momentos que podemos llegar a pasar, sin dar importancia a esos momentos "bache" que se suceden y que nos recuerdan que seguimos vivos, que tenemos que despertar, que no nos tenemos que dejar vencer por esas ganas de cerrar los ojos y "dejarse llevar".

"Cuando estés acá, tendrás tu espacio y una fragil forma de existir"

La existencia, por más fragil que sea, no debe ser una mera sucesión de eventualidades, sino una gran galería de sentimientos y emociones vividas verdaderamente.

El tiempo debería condenarnos cada vez que arrojamos nuestra existencia a la superficialidad de los colores, pues ellos sólo se encargan de distraer nuestros sentidos y evadirnos de lo que habla en nuestro interior. ¿Qué son los recuerdos cuando cada momento se pierde en multitud de imágenes coloridas?

"Algo para recordar" tendrá que ser colgado en aquellas pequeñas cosas, en esos ratos difusos que no van a volver, en esas brisas que se van sin que tengamos el tiempo de abrazarlas, en esos sutiles instantes que no se pueden retener porque son bohemios y no les gusta permanecer.



Hoy te recuerdo y no dejo de pensar en tu sonrisa que, llena de preguntas y temores, siente tan sólo por instantes que todo lo que hay fuera de nuestra existencia es un vacío...

Gracias por existir...