"Vivir en la distancia"

Domingo 6 de septiembre de 2009
Escuchando el disco "Scenes from a memory" de Dream Theater

"I used to be frightened of dying
I used to think death was the end
But that was before
I’m not scared anymore
I know that my soul will transcend"

"The spirit carries on" - John Petrucci (Dream Theater)


A veces, en la distancia, se pierde de vista la realidad; se busca seguir agregando palabras a la verdad, nombres que condicionen la posibilidad, pronósticos que anticipan hasta la eternidad.

En esa especie de búsqueda tratamos de renovar y resignificar, llenando espacios vacíos con algo que no tiene sustancia, con cosas que se pierden en el aire y terminan siendo simplemente un nuevo vacío. De ese mismo vacío surge la inquietud y la nostalgia, que, en su aparecer abren las puertas al pasado y nos frenan un momento el correr de los tiempos, con el único fin de poder pensar y planear.

Al pensar y planear buscamos poner en claro que es aquello a lo que llamamos felicidad, que es aquello a lo que llamamos amar, cuales son las cosas por las que podríamos sonreir, aquellas por las que llorar, quienes son esos que se merecen estar en la lista de llamados y aquellos por los cuales cancelaríamos cualquier tipo de plan.

Y... al ver que todo aquello es indefinible, analizamos lo que nos deparará el destino: ¿Qué será de mí dentro de X años?, ¿Cómo me tratará la vida?, ¿Seguirá tratandomé como hasta ahora?, ¿Me iré a sentir acompañado?, ¿Voy a ser capaz de amar?... ¿Seré feliz?

Sin dejar de pensar volvemos a nuestra "realidad" y sentimos que todo eso es una perdida de tiempo, ya que las cosas se van a ir dando a medida que vayamos optando y nos vayamos animando a dar, a entregar, a ser. Entonces, ése es el momento en que por fin llegamos a poder... pensar... en qué hacer en este mismo momento. Y, sin darnos cuenta, volvemos a distanciarnos sin haber podido llegar a tocar esa realidad.

A veces nos preocupamos demasiado por intentar alcanzar la seguridad absoluta del pensar, la opción blindada a la que nada ni nadie puede atravesar; conjeturas eternas que no dejan de dar vueltas ante la realidad que no deja de avanzar. Así el tiempo se sigue yendo, las horas siguen su curso y no prestan atención a que nosotros seguimos al costado del camino esperando la mágica luz que nos conduzca directo a la felicidad.

¿No será hora de volver de aquella distancia y comenzar a caminar?

Gracias T!no por tu arte... tus palabras...